El Naufragio del buque frances Malakoff
[...] Seis hombres había en la embarcación. De cómo nos las compusimos nosotros dos solos para desembarcarlos, evitar que el bote se astillara contra las rocas y trasladarlos medio a rastras y a hombros hasta el faro, no puedo ni tan siquiera recordarlo. Solo sé que con nuestra voluntad y la ayuda de Dios, lo conseguimos. La noche era oscurísima y nevaba. Solo nos alumbrábamos con nuestra pequeña linterna y el resplandor de la luz del faro, y ellos estaban desfallecidos, mojados, ateridos de frío, -la temperatura era de 4 grados- y con muchos roces en su piel macerada.” [...]
Declaración de D. Juan Clar Seguí, torrero del faro Artrutx, sobre lo acontecido en la noche del 2 de enero de 1929